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sábado, 20 de diciembre de 2014

TESTOSTERONA CONTRA LAS ESPECIES



          La prueba de amor incondicional más profunda que conozco en todo el reino animal es la de la madre de Rajoy, sólo un amor de ese calibre puede justificar que no lo hubiera tirado al reciclador de orgánico cuando lo parió y vio lo refeo que era. Amor de madre es amor a prueba de balas. Y tampoco es que Rajoy, por macho, tenga la culpa de ser refeo, no, los penes no tienen la culpa, son simpáticos, divertidos, con miles de formas e inclinaciones... el problema en demasiadas ocasiones es el idiota del que cuelgan. Pero la polla no, la polla es inocente. Introduzco esto porque sin duda este gobierno, como todos, adolece de un problema bastante general, un fascismo más en las asignaturas éticas pendientes. Su nombre es heteropatriarcado.

Locas avarientas parieron esta sociedad, y otras locas igual de codiciosas y extraviadas la alimentan dándole a mascar sus propios cuerpos psicóticos. El machismo, como enfermedad psicótica degenerativa abarca a casi todas las ramas sociales, y un modo de manifestarse es en el especismo. Machos alfa controlando a hembras reproductoras, la síntesis es abrumadoramente lúcida: mundos de control por la fuerza bruta, eso es el patriarcado social... y el especista.

Al margen de conceptos de masculinidad -tan neutra de cara a los conflictos como la feminidad-, existen exaltaciones de tal, derivadas de un desequilibrio pirotécnico de testosterona, las cuales permiten por ejemplo que en África se asesinen miles de primates porque su carne "da vigor" a quien la come, o que se den casos de violaciones sexuales a bebes humanas de meses de edad ante el mito de practicar sexo con vírgenes cura el sida. Podemos mencionar también la ingesta japonesa de sushi (peces crudos, vivos a veces), sobre el cuerpo de una atractiva mujer desnuda, la medicina oriental a base de cuernos amputados de rinoceronte, órganos de osos y tigres, partes del león y cientos de otros animales asesinados y mutilados para producción de elixires milagrosos vociferados por charlatanas que tienen como objetivo para sus clientes follar como supermanes, aludiendo con ello al vigor sexual masculino una especie de superioridad, sometiendo el sexo femenino a la liturgia de la erección. La gente que practica y consume dichos productos conocen la palabra respeto hallándola casualmente en el diccionario cuando buscan en la letra "r" su nombre: retrasadas. El mismo comportamiento del vigor se aplica a las sociedades que utilizan la ingesta de cadáveres como una "necesaria fuente de proteínas" que "ofrece vigor". El vigor de las vigorosas asesinas.

Y es que al igual que los perros, algunas humanas huelen a otras el culo ante la imposibilidad de llegar a olerse el suyo propio, prefiriendo deleitarse con la mierda ajena que atreverse a reconocer en sus propios excrementos. Aun así la mierda tiene suerte, posee más privilegios que los perros en Asia, que no es poco.

Cuando vemos a alguna mujer con abrigo de pieles sabemos automáticamente que sufre un golpe calenturiento de heteropatriarcado debido a las altas temperaturas de la testosterona que reblandecen su cerebro, cuando es un hombre quien lo lleva podemos desprender su dolencia de algún tipo de enanismo intelectual. El uso de pieles ajenas no es solamente machismo, es ademas machismo primitivo, doblemente patético. Pieles arrancadas a no humanas es heteropatriarcado.



Con los años, una valora la apacible existencia de los paramecios y el andar pensando en las musarañas (y con ellas) ademas de otras disciplinas zen. Derecha y Derecho no son símiles más que foneticamente, porque cuanto más se impone la derecha más se restringen los derechos. Dicen sabiamente las feministas que no hay nada mas parecido al machismo de derechas que el de izquierdas, de igual modo el fascismo especista de derechas es hermana gemela del de izquierdas. Que no escueza, la critica constructiva es sana, y en este mundo veo a demasiadas personas sentidas a si mismas igualitarias y justas, asesinando para comer o divertirse. Eso no es izquierda, es derecha rancia que sigue ignorando un milenio mas a las victimas sólamente por no gritar ”abajo la monarquía”, pertenecer a las Black Panthers o por no ondear banderas del Frente Polisario. Un poquito de por favor...

            Hay que respetar las decisiones legítimas de los pueblos soberanos, sin olvidar su en general soberana estupidez, tomamos decisiones teóricamente justas amparadas bajo el calorcillo de quienes nos apoyan y confortan, sugeridos por ideologías que respeten los derechos humanos, pero apoyando al tiempo con nuestro dinero y nuestro silencio economías fascistas y heteropatriarcales, creadas, estructuradas y con dividendos pornográficos que benefician a fascistas, de "izquierda" o de derecha. Machos alfa depredadores que a veces -demasiadas- son mujeres con altos indices de testosterona y calentura estival. No hay victimas o verdugas naturales, no hay sexos, no hay especies, todas somos personas, y cada una decide en que lado del fusil quiere vivir.

             Genocidas y psicópatas eligen el ejercito para autorealizarse, son cosas que pasan entre machos de derecha heteropatriarcal, y aunque todas puedan regenerarse y encontrar el armonioso camino de la sabiduría espiritual ( colgándose abalorios del yinyan, oyendo voces interiores aromadas de incienso, etc... ), no suelen hacerlo sin ayuda. Y la objetividad es la mas concluyente de las ayudas, la objetividad lúcida que denuncia el hedor del café regado con sangre esclava, diluido en flujos robados al aborto de las terneras, insufribles cruasánes de aire y monocultivos transgénicos, correosas tortillas de menstruación con patata, la roja esclavitud de los tomates marroquíes,... La objetividad lúcida que acusa con su imparcial exposición de hechos que a los toros les sientan mal la corridas, -tanto que se mueren-, que millones de peces explotan de descompresión arrastrados por redes que desertizan fondos de océano, que los diamantes, el oro o el coltán, compran las armas que fabricamos para fusilar África durante cien años mas, desgarrando cada mes las vaginas de miles de desgraciadas pobres usurpadas de todo vestigio de humanidad.


             La ayuda es que castremos a los machos alfa, a quienes usan la testosterona para dominar y someter, la ayuda es proponer un mundo más femenino, de desaforadas, pilinguis, chaperos y otros dulces de monasterio mientras va llegando un mundo sin géneros ni clases ni especies. Buena gente que desafíe la ranciedumbre naftalinada de la moral demagoga para repatriar de donde quiera que se encuentre a la ética, la gran ausente, a la hermosa justicia y la igualdad, exiliadas porque parece que mencionarlas nos avergüenza porque la ingenuidad no está de moda. 

                Seamos ingenuas, seamos transgresoras.




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