ANIMALES
VIEJOS
Ayer
sacrificamos a la abuela. Estaba vieja y daba muchos problemas,
refunfuñaba sin parar y repetía sin cesar las batallitas de
siempre, además sufria todo el tiempo, que si el lumbago, que si las
piernas, que si el reuma. Los analgésicos ya no le ayudaban
demasiado. Se pasaba las noches llorando y no nos dejaba dormir.
Teníamos los nervios a flor de piel, imagínate. Acordamos con Juan
llevarla a la médica por la mañana, una chica muy maja, le inyectó
una solución paralizante y después otra destinada a detener su
pulso cardíaco. No duró más de diez minutos. Repetía sin parar
¨qué me estáis haciendo, qué me estáis haciendo...¨. Era muy
triste, tantos años con nosotras... , pero es ley de vida, nosotras
ya no teniamos tanto tiempo para cuidarla, con las niñas y el nuevo
trabajo de Juan.... Lloramos mucho, aunque su rostro parecía estar
en paz. Murió en paz la abuela ayer. No sintió la muerte y seguro
que nos lo agradeció de algún modo. La enterramos en el jardín,
junto a los rododendros. Ahora andamos pensando en el abuelo, que
también empieza a estar demasiado viejo y a dar guerra, quizás en
primavera... Empezaron a achacar cuando nos los trajímos del pueblo,
aunque reconozco que fue un error, allí tenían sus partidas de
cartas, sus vecinas de toda la vida... en fin... Es un alivio saber
que existe la muerte humanitaria para las viejas y las inútiles. Es
un alivio que existan las médicas y las veterinarias. Son tan
humanitarias... como nosotras. Sí, muy humanitarias.
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