las cuerdas del cinco

mírusté
yo tuve una hija maravillosa
y la dieron de comer a un océano carnívoro
desde entonces el útero no me funciona en norma
llora una pus de hijas maravillosas
y se vuelve cuerdo cada otoño

mírusté
nos volvímos cuerdas
ya tiempo supimos la estructura de lo absurdo
el dolor manoseado hasta el escozor y de voltiar
como peonzas reclamando el derecho a la rabia
así que guárdese los consejos
limítese a morir se lo ruego

cada vez que el pueblo dice democracia
echa un puño de sal a la hemorragia
mírusté
grandisimajaputa
yo tuve una nieta maravillosa
cebaron con ella a las caníbales
a esas cobardes que viven
detrás de las cobardes
esas madres estériles meras locas
depredadoras nomás
así que mírusté
me la devuelven nomás
y todo se olvida

adónde mira la vieja cansada...
al lugar desconocido por todas
ahí no mirar
adónde mira la joven rebelde...
al lugar que no alcanzamos aún
ahí mirar

mírusté
su trabajo es ordenar arsenales
buscar madres por las aldeas
torturar hijas maravillosas
en el cuerpo humillado de américa latina
mi trabajo es desempolvar ausencias
y tener hijas maravillosas
mi trabajo aprender a construir
cristal a cristal
vulneración a vulneración
el esqueleto de esta lágrima que no aflora
o cae crujiendo a su minuto en punto
dejando cicatrices en la caída

mírusté
cagona lasciva perfumada
no ha pasado tanto tiempo
se lo digo desde mi útero
y el de millones de ellos
que bailan ya sobre su cadáver deseado
y el de las nuevas hornadas de secuestradoras

ya sé que al océano nadie le exige lo suyo
así que deme a mí lo mío
nomás
mi maravillosa hija viva
mi maravillosa nieta viva
mi juventud     la mujer que fuí
nomás

y pido poco mírusté