En estos días se debate la propuesta de ley que tiene
como objeto la abolición del (ab)uso de animales en los circos dentro
del territorio de Catalunya, promovida por la asociación Libera!, y por
supuesto apoyada por muchas organizaciones, sin cuya persistencia
-social y política- ni ésta ni otras iniciativas como la campaña Prou
contra las corridas de toros en Catalunya, hubieran podido
materializarse. Es muy interesante escuchar las ponencias en favor y
detrimento de dicha propuesta, y puede hacerse mediante la TVanimalista
en su canal de videos (www.youtube.com/user/tvanimalista).
Es interesante escuchar las ponencias a favor, por obvios
motivos animalistas, de interés social y para conocimiento de multitud
de factores que, sumados a la ética, niegan que exista posibilidad de
algún tipo de bienestar para las no humanas en los circos. Factores por
ejemplos como la itinerancia de dichas explotaciones, exposición a
temperaturas duras en cortos períodos de tiempo (circos
transcontinentales), el entrenamiento, el permanente enclaustramiento,
la destrucción de las voluntades de las no humanas, la esclavitud, la
desintegración de sus comportamientos sociales, la destrucción de sus
culturas (más antiguas y desarrolladas que la nuestra), la malformación
de la cosmovisión recibida por las niñas al respecto de nuestra relación
con las no humanas, y muchos etcéteras son deshilvanadas en el
transcurso de sus intervenciones reconocidas etólogas, licenciadas en
derecho, activistas y diversas personalidades en ámbitos de cultura,
politica, sociología, biología y otras ramas científicas. El proceso es
el mismo que durante la campaña Prou, y el resultado debe ser el mismo,
lo está pidiendo el siglo XXI.
Pero sobretodo vale la pena escuchar las intervenciones
en contra de dicha propuesta, basadas en creencias totémicas, mitos
infantiles, traadicciones, o una increible waltdisneyzación del mundo
animal no humano, el cual adquiere su catarsis en el argumento
científico del director del circo Raluy cuando defiende la permanencia
del cautiverio de animales en los circos aludiendo la pelicula de
animación Madagascar 4, donde los animales al parecer deciden regresar
al circo de donde escaparon... Argumentos de esas características
confirman categóricamente el coeficiente emointelectual de las
defensoras de la esclavitud moderna, que entienden el amor como forma de
posesión.
Se aprecia que el fondo de la cuestión es la
confrontación entre humanas que creen ser una especie superior con
"derecho a" y humanas que sabemos que somos una especie más, sin
derechos sobre las demás. Las detractoras circenses alegan la defensa de
especies amenazadas al usarlas en el circo, del mismo modo que las
taurófobas defienden la supervivencia del toro "bravo" mediante su
ejecución. Eso es similar a afirmar que las existencia de las negras es
indisoluble a su vínculo forzado al latifundio de algodón, o que la
permanencia de la judía estará garantizada mientras lustre bien las
botas de la oficial nazi.
Nada más lejos del ánimo del movimiento animalista que
relegar al circo al ostracismo (sugerencia demagógica), nada más lejos
del ánimo del movimiento animalista que aceptar que el circo esclavize
animales simplemente porque le falta creatividad. No le falta en
absoluto, y lo ha demostrado a lo largo de 4000 años. El circo Baobab, o
de Soleil son ejemplos espectaculares de fascinación sin cláusulas
oscuras de jaulas y cadenas, pero no debemos fijarnos en los grandes,
esto no es un concurso de penes...: cientos de pequeños circos por el
mundo, confirman la tendencia creciente a la actuación de una sóla
especie en los espectáculos: la nuestra. Importantes microeconomías que
debemos apoyar si queremos un mundo de arte e imaginación, en contra del
actual mundo de usar y tirar.
Incontables veces he protestado delante de las taquillas
de circos que explotaban no humanas, he sido agraviada, golpeada,
insultada y despreciada por trabajadoras y directoras de dichos
establecimientos, y por clientes ignorantes, imbéciles primarias
estúpidas y estupidizadas como un film de Sandra Bullock, frívolas como
el Bollywood, porque el mundo está construido para idiotas mencionadas a
sí mismas como posibles herederas de Da Vinci pero incapaces de
distiguir entre divertimento y crueldad. Por eso cualquier posible
regulación de la tenencia y explotación de no humanas en el circo
quedaría en última instancia acogida a la voluntariedad de las propias
explotadoras, las cuales per se poseen una visión utilitarista de “sus”
animales, es como poner a pedófilas a trabajar en guarderías. Lo mismo
sucede en la cría intensiva de animales, la cual no está en manos de
expertas ni intelectuales sensibles.
Citando a Yourcenar, Descartes tenía razón respecto al
automatismo de los animales, su cobardía consistió en sentenciar que SON
autómatas, queriendo decir que SOMOS autómatas, animados por mecanismos
neuroreceptores. Al lógico de Rene -conocido por creer que sólo existe
quien piensa- se le olvidó añadir que somos todos animales y que por
fortuna poseemos sistema nervioso central para avisarnos del fuego que
quema, del golpe que evitamos por presunción de dolor o la carícia que
nos eleva el amor propio. Todas reaccionamos a ese mecanismo orgánico y
somos conscientes de que nos gusta y que nos disgusta. A ese nivel y en
ese aspecto, debiera ser suficiente tal hecho científico para cesar toda
explotación lúdica de animales de cualquier especie para deleite de una
sóla. Negar la consciencia o la identidad de las no humanas representa
saltarse los ultimos 20 años en neurobiologia y nutre un conflicto ético
social entre la rutina secular de las desigualdades y la aspiración
humanista contemporánea de las sociedades.
El debate sigue abierto, algunas parlamentarias conservadoras siguen
sin comprender, pero no lo harán nunca. No importa, la voz social es
lúcida y determinada: ¡otro circo es posible, probable y urgente!.
Y no trae sufrimiento ni arrastra cadenas.
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