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martes, 3 de diciembre de 2013

A dos teclados (charla/entrevista con Leonardo Anselmi)

             Desde los movimientos sociales argentinos hasta los animalistas en España, defendiendo los derechos de las personas -humanas o no-, Leonardo Anselmi representa un ejemplo de buen funcionamiento de los derechos animales en el plano político español e iberoamericano. Estratega, organizador, adicto a las buenas causas. Miembro de la Fundación Franz Weber, coordinador de campañas en Libera!, trabaja en Barcelona y en toda América Latina especialmente por la abolición de ese residuo del oscurantismo denominado Corrida de Toros. Fue pieza clave en la abolición de las corridas de toros en Catalunya, uno de los éxitos mas importantes del movimiento animalista hispanoparlante, que adquirió eco a escala mundial y que acabó con siglos de sufrimiento de los toros.

 Xavier Bayle: -¿Quién eres?. O, mejor, ¿qué eres?

 Leonardo Anselmi: -Me defino como un animal político apartidista. El veganismo es una postura política con motivantes éticos, por tanto, cuando me preguntan mi ideología política digo "Vegano". Muchos activistas no están de acuerdo con esto, creen que el veganismo es una postura ética, prefieren una visión más romántica del movimiento. Yo creo que la ética es una virtud 
demasiado preciada para reducirla a una mera postura, creo que la ética está llamada a ser mucho más que eso. La política, en cambio, es más mundana, no veo inconvenientes en que acabe siendo sólo una postura, es más, siempre lo es: todo lo que hacemos público en nuestro comportamiento diario interviene tanto en otras personas que acaba, inevitablemente, siendo política por definición. 

-Ya lo dijo Desmond Morris, somos monos desnudos, culturales, económicos y políticos... Incluso un simple desayuno es un acto político. 

-Incluso eso, pero hemos apostado por lo romántico en detrimento de lo efectivo. Los romanticismos han hecho mucho daño a nuestro movimiento, hay como una variable inversamente proporcional entre "asumir romanticismo y descartar herramientas". Hoy es innegable que muchas de las decisiones que se toman en los parlamentos intervienen en la vida de los animales y obviamente en las nuestras. ¿Por qué descartar esa vía? A veces me preocupa ver que muchos activistas están dispuestos a perder su libertad y poner en riesgo su integridad física por defender a los animales, y eso es grandioso, pero no lo están para quitarse los piercings y ponerse un traje para defender a los animales en los parlamentos. Eso me hace pensar que este romanticismo nos llevó de la defensa de los animales a la defensa de una postura, y ni tan sólo nos hemos percatado de eso (básicamente porque hemos aceptado rebajar la ética a postura). Debemos replantear la cultura interna del movimiento. Urge. 

-Quizás sea debido a la relativa juventud del movimiento por los derechos de los animales no humanos, reacción a su espantosa situación. Lo que esta claro es que hay que normalizar el antiespecismo y adoptar posturas veganas en todos los campos sociales, en la cultura, en las ciencias, en las leyes... y cómo no, en la política, muy a pesar de todo. 

-Así es, coincido plenamente. En todos los campos hemos sabido movernos medianamente bien, excepto en el terreno político. El problema de la palabra "política" es haber perdido su naturaleza. Creo que los malos políticos, que no son todos, nos engañaron dos veces y ni nos dimos cuenta. La primera fue simplificando nuestro discurso y como consecuencia nuestro análisis crítico, haciéndonos creer que "todos los políticos son iguales". La segunda fue hacernos creer que cada una y cada uno de nosotros no es un político. Lo somos, lo que no necesariamente debemos ser es partidistas. 

-Divide y vencerás... 

-En este movimiento tenemos gran experiencia en ser vencidos, nos vencen cada día porque cada día pretendemos ganar la guerra sin plantearnos las batallas. Quien haga política debe asumir contracciones, de lo contrario puede quedarse en su casa parafraseando a Lennin o Francione. Y la contradicción -contrario a lo que nos hicieron creer-, no es un síntoma de debilidad mental o racional, por el contrario es señal de un cerebro que se entrena constantemente para realizarse como tal. No me gustan las posturas abolicionistas y anti especistas porque parecen redactadas por gurúes que ven el más allá. Me parecen una muestra más de que el ser humano, incluso que su pensamiento y compasión hayan evolucionado, aún no aprende a vivir en la duda y la contradicción, con todo el fijismo ideológico y estratégico que eso supone. 

-Sin embargo es natural buscar ideales, sabemos que nunca son satisfechos más que en un pequeño porcentaje, pero sirven para que esta obesa sociedad avance, centímetro a centímetro. No olvidemos en ningún momento que somos pioneros contra una conducta profundamente arraigada en nuestra civilización, por eso hacen falta ideales altos, para poder luego pactar y obtener mejoras inmediatas, aunque parezcan de menor rango. Francione es espectacular, claro, pero poco real. 

-En mi opinión Francione es un gran analista y un torpe estratega que ha hecho bastante daño al movimiento y algún que otro bien: bien en la teoría, mal en la práctica. La sociedad tiene un funcionamiento que, aunque no nos guste, hace que las teorías no siempre puedan ser aplicadas y toda teoría inaplicable es per se una teoría inútil. La postura abolicionista tiene pinchazos por todos lados y muchos flecos que recortar. Para empezar "abolición" es un término jurídico, me duelen los ojos cuando leo "abolición del especismo" o que hacerse vegano es abolir algo, por favor, seamos serios, abolir es una prohibición legal con motivaciones éticas. Por todo eso no soy abolicionista en un sentido estratégico, me considero liberacionista pragmático. 
-Sin embargo la activista es una persona dolida, debo reconocer que quizás somos demasiado emocionales, pero es gracias a ello que funcionamos. Por no mencionar que el ser humano es también emoción, de otro modo aceptaríamos que los biorobots son evolución lógica de nuestra especie. Personalmente jamás aceptaría una sociedad basada únicamente en la inteligencia o en la lógica, es demasiado antropomórfica. ¿Por qué de los derechos humanos pasaste a defender los derechos de las personas no humanas? ¿Son menos importantes los derechos humanos? :) 

-Quizás el cuento me lo debería aplicar solo a mí y no al resto: yo sí me considero a mí mismo como poco más que una herramienta. Quizás no debamos generalizar esa visión auto-utilitarista, pero tampoco debe ser pasada por alto. Cada época tiene su reto, y cada reto sus sacrificios. Respecto a la pregunta, la verdad no creo haber "pasado" en un sentido moral, más bien "he incluido" a los animales en mi posición. Sigo defendiendo a algunos humanos (los desfavorecidos) pero desde un lugar diferente. 

-¿Sabrías darme algún ejemplo práctico? 

Por ejemplo, en Latinoamérica, impulsamos el programa Basta de TaS (Stop Tracción a Sangre) con el lema "ni caballos esclavos ni humanos excluidos". Se trata de dignificar el trabajo de familias excluidas por la sociedad y abandonadas por las administraciones, que hoy en día esclavizan caballos para recoger toneladas de residuos, seleccionarlos y reciclarlos. 

-Si, esa valiosa materia prima mal denominada ¨basura¨... Otro tema que no vamos a abrir, pero que importa. 

-Cierto, lo dejamos para la próxima, pero de refilón lo vamos a tocar aquí, pues estos trabajadores son verdaderos agentes de reciclaje, pero a la vez son excluidos sociales y eso les ha llevado a mantener su actividad como hace 80 años, a caballo, lo que provoca un insoportable sufrimiento a estos animales. El movimiento animalista mantenía esta lucha como una batalla de pobres contra animales, esto es una guerra de débiles donde no ganará nadie y cualquier victoria supondría una injusta derrota de otro débil. Por eso Basta de TaS es una campaña que puede revolucionar ese equivocado concepto, uniendo a los débiles y arrinconando a los fuertes. Nosotros hemos planteado que esto no es una guerra donde debe haber un ganador, sino un problema donde debe haber una solución. 

-Y de paso se lucha contra el clasismo, un tipo de discriminación histórica y numéricamente mucho más letal que el racismo o el sexismo... aunque mucho menos mencionada.

-Así es mi amigo, en Latinoamérica seguimos soportando una sociedad profundamente segregada y clasista. Por eso vimos que la solución es un menú de acciones y opciones laborales superadoras para estos trabajadores, desde la integración social y de sus familias, una correcta educación, sanidad y alimentación, sumado a una opción laboral suministrada por la administración para que sigan haciendo ese maravilloso trabajo de reciclar, pero en un marco laboral correcto. A causa de eso, los caballos se jubilan y acaban siendo adaptados por personas que se comprometen a no usarlos nunca más. Nuestra misión en esta campaña es: asumir conocimiento técnico al respecto (sobre reciclajes, tecnologías, inclusión laboral, situación socio económica, etc) ordenar ese conociendo, traducirlo en código político, y asesorar a la administración para emprender esos proyectos de sustitución. 

Si esta campaña (que apunta a cerca de un millón y medio de caballos en todo el continente, y al menos a 25 millones de trabajadores marginados) es finalmente un éxito, habremos roto por completo la falsa idea de que derechos animales y humanos son repelentes. El reto es encontrar la teoría de conjuntos, la confluencia de intereses, allí radica la clave del éxito. 

-¡Fascinante! 

-Lo es. Y muy esperanzador. En cualquier caso, para responder a la pregunta, creo que ambos derechos son muy importantes, aunque quizás sí creo dos cosas: 1) que el rango entre lo ideal y lo actual es más grande en el caso de los animales, y 2) que al menos las vulneraciones de derechos humanos son moralmente condenadas por (casi) todos los mortales, cosa que no sucede en el caso de los animales. Por estas razones le dedico mi tiempo a la causa de los animales, y porque creo que la liberación animal nos deja la humana de paso. 

-Bueno, soy alérgico a la utilización de la palabra humano en otro contexto que el de su animalidad, no haría distinciones entre animales y humanas aunque entienda el principio por el cual se hace, creo que la disonancia entre los intereses de las humanas y las no humanas proviene de esa posición errónea. En todo caso todos los animales queremos lo mismo, en ello se basan las exigencias del movimiento de derechos animales y de derechos humanos, en el mismo principio de caución al dolor, integridad, libertad y por supuesto vida. Resulta evidente que el movimiento animalista internacional crece, sin duda, pero también lo hace el consumo de carne (China ahora, por ejemplo), ¿crees que hay esperanzas para superar el especismo? 

-A mi como activista no me importa superar el especismo, creo que es un gran debate para los círculos académicos pero no para el activismo (y yo como pensador me moriría de hambre). Muchas veces los grandes pensadores intentan influir sobre el activismo y no me parece mal, siempre ha sido en todos los movimientos sociales, pero estamos en una época tan oscura de nuestro movimiento que hoy en día los pensadores han determinado al activismo en lugar de influirlo, lo han colmado de romanticismos innecesarios y hasta nocivos, el abolicionismo ha generado insultos, críticas y hasta una vegana inquisición, el resultado ha sido el siguiente: un grupo de veganos que sienten el llamado de divino de andar juzgando a otros con términos falaces e insultantes como "neobienestaristas", y un grupo de acomplejados que evita que esos cruzados-señores-templarios-iluminados se les vengan encima. Yo no me considero abolicionista sino liberacionista, y trabajaré por la liberación animal aunque el método no sea la abolición. Ellos no. 

-Ya, es cierto, yo puedo disculparlos porque creo que trabajan desde la reacción al horror, no desde la arrogancia, pero a veces se vuelve un poco estresante. 

-Y te doy la razón, no son elementos malos aunque hagan maldades, pero esto no es un juego de niños ni estamos aquí para soportar las frustraciones de otros activistas, estamos únicamente para cambiar las cosas. Los activistas debemos recuperar el poder sobre la realidad u olvidaremos el lugar desde donde partimos. Es necesario el idealismo, pues nos recuerda hacia donde vamos. Es necesario el realismo pues nos recuerda el lugar desde donde partimos. Entre el lugar donde vas y el lugar en que estas el pragmático traza un camino y da los primeros pasos. 

-Lamentablemente creemos que hemos basado nuestra civilización en la inteligencia, pero no hemos hecho nada más que crear mecanismos estructurales para evitar el sufrimiento, lo llamamos leyes, basadas en principios universales de respeto y en espectros sensitivos, no intelectuales.

-Tienes mucha razón. Cuando se abolió la esclavitud no se acabó con el racismo y es probable que eso no vaya a suceder jamás, aunque sin duda haber abolido la esclavitud contribuyó a que, como consecuencia de eso, cambiara también la educación racista y eso acabara disminuyendo los portadores de racismo. -¿Fue el fin del racismo lo que abolió la esclavitud? ¿O fue la revolución industrial que los permitió cambiar negros por máquinas en los campos? 

-Me causa pavor pensar que el mundo cambia únicamente por motivos económicos, aunque sepa que en gran parte así funciona el Homo economicus... Todo gira en torno al poder financiero. Uf... 

-No hay que quejarse por el viento ni esperar que el viento cambie, solo hay que ajustar la velas. No debemos tener miedo a la economía, por el contrario, debemos plantear nuestro activismo desde preceptos económicos, porque son esos los únicos preceptos reales que justifican la explotación animal metódica. Creo que nos vendría bien recordar las teorías de Marx sobre la forma en que se relacionan infraestructura, estructura y superestructura. Aplicado a la industria de la matanza, la infraestructura se refleja en los elementos y físicos y económicos que supone la ganadería, en especial sus relaciones con el capital financiero y las políticas agrarias. Eso mantiene viva la estructura en sí que es la propia matanza (sabemos que dada la PAC en Europa no se mata en función de la demanda de carne sino del grano que debemos colocar en los estómagos del ganado gracias al intervencionismo neoliberal). Y esa estructura genera una consecuencia que es la superestructura o cultura que explica y justifica todo lo anterior: el especismo y la cosificación. 

-Macroeconomia, externalización de costos, dumping, cuotas de mercado... Los grupos especuladores han descubierto en el negocio del Grano el filón del siglo, se mueven billones de euros en las bolsas mundiales, se matan conciencias, se destruyen microeconomías y se convierte la soberanía alimentaria de los países en una caricatura. Todos los animales sufrimos la omnipotencia del dinero. 

-No puedo estar más de acuerdo. En mi opinión la explotación es la causa del especismo y no al revés. El especismo y mucho más aún la cosificación, son elementos que sirven al humano para resolver la disonancia cognitiva y el dilema moral. Y al menos a mi, no se me ocurre cómo podemos cambiar una situación desde su consecuencia. Una vez analizado a Marx podemos responder a las anteriores preguntas sobre la abolición de la esclavitud. Evidentemente no habría habido avance alguno si los abolicionistas en lugar de centrarse en la política lo hubieran hecho solo en el discurso. Lo que posibilitó el escenario abolicionista no fue la ética ni el discurso, fue LA ALTERNATIVA, que en aquel caso se llamó revolución industrial, o mejor, la capacidad de reemplazar negros por máquinas. ¿En nuestro caso es el veganismo? A veces me pregunto qué llegará antes ¿un mundo mayoritariamente vegano o la salida al mercado de las carnes cultivadas? Casi sin dudarlo me suelo responder "lo segundo", ya sólo de pensar que el descontrolado crecimiento demográfico... No tengo cifras, pero habría que calcular cuántas omnívoras nacen por cada persona vegana. Leía que en UK hay unos 400.000 veganos, ¡lo cual es increíble! Y veo que llevan desde los años 60 fomentando el veganismo. En esas décadas la población inglesa creció en 8 millones. ¡Tremenda paliza en términos aritméticos! 

-Hay que promover el uso del preservativo, de lo contrario llegaremos al punto en que un mundo vegano será igualmente insostenible. Marguerite Yourcenar soñaba un mundo donde tener tres hijos fuera una vergüenza, yo quitaría uno o dos hijos a ese sueño. Es verdad que pecamos de triunfalismo, pero NECESITAMOS mirar en positivo, sentir que avanzamos, de otro modo acabariamos deprimidas. 

-¡Es que de verdad avanzamos, lo hacemos constantemente! El problema sea, quizás, que estamos apostando todas fichas al número equivocado. Me pregunto ¿cuanto tiempo, dinero y energía dedicamos a trabajar por la carnes cultivadas y cuanto por la divulgación del veganismo? Alguien dirá o pensará que la carnes cultivadas no harán que se acabe con la peletería o los circos. Yo creo que si el statu quo especista pierde a la ganadería como soldado, ya no le quedarán defensas contra una posible declaración de los derechos de los animales. Quiero decir: el desmantelamiento de la ganadería podría dejarnos en un escenario no de derechos animales, pero sí donde dichos derechos serían posibles. Hoy, en mi opinión, son deseables pero no posibles.  

-Las cifras avalan tu respuesta, nunca han sido asesinados tantos seres vivos como hoy en día, y tal número no es proporcional al aumento de la población, sinó al de su poder adquisitivo. Vámonos si te parece a las pequeños-grandes triunfos. Cuéntame un poco tu experiencia en la abolición de las corridas en Catalunya. ¿Tú crees que dicha abolición representa un punto de inflexión en la estrategia global, como la prohibición de la caza de zorros en UK? 

-No sabría por donde empezar. Personalmente sentí una enorme satisfacción por haber participado en esa campaña, además que fui el blanco donde el enemigo descargó toda su ira, fui el mensajero al que debían matar y con todo su poder e influencia no pudieron. Más allá de haber sido una experiencia dura en su momento, hoy agradezco ese entrenamiento que me ha hecho muy fuerte, al menos muchísimo más de lo que era. 

-No hay que temer al dolor, es una prueba de que seguimos vivos... Pero me alegro que sobrevivieras. 

-Yo también me alegro, casi tanto como vos. En lo estratégico, considero que fue una lección de organización civil y movilización social. Había una voluntad popular que era como granos de arroz dispersos, los que incluso puedes tirar en la cabeza de los novios al salir de un lugar al que llaman iglesia y la gente se casa. Nosotros lo que hicimos fue meter cada granito en un saco, y a nadie le gusta que le arrojen un saco de arroz en la cabeza y menos aún con tanta fuerza. 

-Si, eso duele, incluso a quien tiene la cabeza hueca, jaja... Yo también creo que fue un momento histórico catalizador de los esfuerzos de decenas de años de activismo en Catalunya. La clave del asunto fue el haberlo hecho en el momento y del modo en que se hizo. A mi me emocionó, la forma y el contenido. 

-El reto era conducir esa voluntad popular a los parlamentos democráticos y eso hicimos, y ganamos. 

-Y ganaron los toros. 

-Sobre todo. Para el asunto particular de la tauromaquia fue un momento clave, la derrota del escepticismo y el triunfo de la esperanza y la confianza, más el salto al ruedo de la política; tras Catalunya cayeron cientos de prohibiciones taurinas, entre ellas las capitales Quito y Bogotá como más destacadas. Abolimos en dos años lo que no habíamos abolido en 50. Los activistas se vinieron arriba y los taurinos abajo. La clase política comenzó a comprender que este tema le toca de cerca. La sociedad comprendió que no abolir estos espectáculos no es sinónimo de quedarse al margen sino que también es una decisión, la decisión de dejar las cosas como están. 

-Como una dosis de endorfinas extra al movimiento. Realmente nos hacía falta. 

-Pero sobre todo hubo algo que a mi me emocionó mucho más, y es que muchos activistas se pasaron al bando pragmático abandonando por completo el sueño abolicionista. Por varias razones: A) Tuvimos una abolición real y tangible. Si te pones a pensar escritor es quien escribe y abolicionista quien abole. Divulgar el veganismo como único camino no parece relacionarse con las leyes y "abolición" es un término estrictamente legal. B) No resignamos nada de discurso. Antiguamente el debate antitaurino incurría en errores éticos. Incluso activistas veganos cuando eran increpados con argumentos tales como "¿y la carne que comemos? ¿por qué prohibir las corridas y no prohibir eso?", las respuestas eran del tipo "son cosas diferentes" o "no vas a comparar". Entiendo que el objetivo de estos era tener más gente de su lado y ganar el debate en términos de popularidad, así como el objetivo taurino era poner al activista contra las personas que incluso lo apoyan. Plataforma PROU renovó ese discurso por completo desde una visión 100% pragmática. Ante ese tipo de increpaciones diferenciamos decisiones sociales de individuales, y aprovechamos esos espacios en medios para pedir a la gente que piense en los animales que come y tome la decisión que encaje más con su forma de ver el mundo y a los animales, pero que ahora lo que planteamos es un tema donde hay mucho consenso y no vemos necesidad de seguir sensibilizando pues somos mayoría, por tanto la decisión es social y toda decisión social se toma mediante las leyes. Por tanto llegamos a millones a decirles que consideren la opción de ser veganos, y al mismo tiempo liberamos a unos cuantos toros de ser torturados, y por triplicado creamos un pensamiento político sobre el asunto de los animales y en especial de las corridas de toros. Por eso muchos activistas vieron en el pragmatismo más efectividad y eso les hizo reflexionar sobre la estrategia. 

-Ante la inmensidad de la masacre pienso que nos aferramos a cualquier pequeña victoria para seguir adelante. De nuevo el dolor... Soy una ferviente partidaria de los triunfos y una ferviente enemiga de los triunfalismos, como decia, hay que usarlos con mesura si queremos realmente no dormirnos en los laureles y seguir luchando por los animales. Por cierto, ¿cuál es tu relación con los animales no humanos? 

-Buena pregunta. Depende. Tengo amigos que son de otras especies, también hijos adoptados de otras especies, convivo con 33 de ellos entre perros y gatos. En general los no humanos son gente que me cae muy bien. 

-Es que los animales no humanos son buena gente, se entienden oliéndose el trasero, eso no hay Academia de Idiomas que lo enseñe... Otra pregunta, ¿por qué prefieres la herramienta política? ¿Crees que es más eficaz que la concienciación, el debate social o el progreso moral? 

-Ante todo decir que estos elementos de la estrategia no los planteo como repelentes entre sí, pero sí los diferencio para que se comprendan mejor sus implicaciones y aplicaciones. Por un lado tenemos la sensibilización que apunta al veganismo, jugando una carta únicamente hacia el cambio voluntario e individual. Es un individuo avanzando en todos los ámbitos de la explotación (ver más adelante: qué justifica matizar las explotaciones) hacia la liberación animal. Pero también podemos hacer que el carácter no sea voluntario sino obligatorio, y que el objetivo no sea el individuo sino la sociedad, y que el método no sea la sensibilización sino el lobby social, que dista mucho del lobby empresarial (ver nota "lobby social versus lobby empresarial" ). El lobby social debe entenderse como una técnica que vincula movilización, comunicación, organización, parlamentarismo, y que puede resultar invencible pues no esconde su estrategia, al contrario, su poder radica en mostrarla. Pero como ya decía antes, por ejemplo la Iniciativa Legislativa Popular en Catalunya generó más presencia pública en medios que todas las acciones y campañas de organizaciones catalanas juntas y sumadas. Todos los días eran artículos, noticias, debates, durante meses y meses. 

-Vivimos en un mundo fagocitado por la imagen y lo que representa, ¨facebookeo, ergo sum¨, twitter, red, pantallas,... Lo que existe, existe en la red. 

-Y lo que no esté en la red no está en el mundo; el mundo no cambió de método de comunicación, el cambio es aún más profundo, el mundo cambió de soporte, y esa es una gran noticia: hoy, por primera vez en la historia, tenemos una oportunidad de ganarle todas las partidas a la injusticia solo con el poder de la comunicación. El día 28 de Julio se aprobó la Ley, ¡el día 29 éramos portada del 70% de los periódicos del mundo! Toda acción legal abolicionista será siempre lo suficientemente conflictiva como para generar muchos más medios que la mejor de las investigaciones o el más vistoso de los actos. El statu quo se resiste a ser cambiado y sino no es statu quo, por eso el conflicto y por eso la atención mediática. Por tanto no existe repelencia entre ambas tácticas, al contrario, hemos demostrado que llevadas en el marco de una misma estrategia son complementarias y hasta sinergéticas. Esto es que no debe haber lugar al debate de qué es mejor, pues el pragmatismo hace ambas cosas. 

-En el mundo actual, el marketing está siendo aplicable y aplicado al cambio social, en especial la referente al tema de los animales no humanos. ¿Es el animalismo un producto que hay que saber vender? 

-La verdad no creo que el animalismo deba venderse, aunque sí creo que debe comprarse. Debería bastar con dar información para que más gente lo quiera sin que se lo propongan. Yo siempre desconfío de lo que me proponen. Cierto que hoy YA hacemos eso de venderlo y es gran un error. Estamos centrados en decirle a la gente lo que tiene que hacer, lo que está bien y lo que está mal. En esos casos podemos captar cierto sector social, pero nuestro objetivo en esta época debe ser la "masa critica", la clase pensante, el reducido conjunto de personas que funcionan como axiomas sociales, en el sentido que los egipcios se referían a los axiomas en las matemáticas. En ocasiones pienso que no es tan importante que la gente se haga vegana, como que en sus cabezas dejen de justificar esa explotación. Si conseguimos eso en esta generación, la próxima conseguirá la liberación animal. 

-Esa es una cuestión crucial, porque enemista nuestra impaciencia por acabar con la matanza global con la realidad de la distancia que nos queda para ello. ¿Qué crees que falta en el panorama ético actual por los derechos animales? ¿Algunas propuestas? 

-Sí, tengo tres: pragmatismo, pragmatismo y pragmatismo.

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Apéndice de Anselmi 

Hoy: "No es lo mismo".

 Un A B C para la reflexión y para descartar el romanticismo en un movimiento estancado. Existe una relación inversamente proporcional entre el romanticismo que inunda (y ahoga) un movimiento y las herramientas que se descartan. Descartar la política, el lobby y lo público como forma de activismo, equivale a descartar por completo cualquier posibilidad de avance. Pero, aunque parezca paradójico, lo hacemos constantemente. ¿Vemos por qué? Lobbies: que nadie se deje engañar. No es lo mismo un "lobby empresarial" que un "lobby social". Debemos reconsiderar la percepción nefasta que tenemos de la palabra "lobby". ¿Qué es el "lobby político"? Influir sobre decisiones políticas (legislativas o ejecutivas) en un determinado sentido. En una democracia (sana) las decisiones deberían orientarse a la voluntad mayoritaria, de ahí la importancia de diferenciar el modus operandi de un "lobby social" y un "lobby empresarial". Si bien las diferencias entre un modus y otro son más amplias que las similitudes, caben destacar las siguientes:

1 . Quienes hacemos "lobby social" representamos una mayoría o un grupo muy popular, ahí radica nuestra posibilidad de éxito. También puede que representes un grupo social minoritario y el éxito entonces dependerá de que las decisiones propuestas no afecten a otros grupos, llamamos a este fenómeno "confluencia de intereses". En este sentido el "lobby social" se basa en pura teoría de conjuntos. A diferencia de esto, "los lobbies" que representan empresas o asociaciones de empresas y sectores empresariales o de poder, representan pequeñas minorías sociales, normalmente ya de por sí muy poderosas. Las medidas que piden suelen ser contrarias a los intereses mayoritarios. 

2 . Los lobbistas sociales decimos lo mismo con un megáfono en la calle que en un despacho cerrado. Los lobbies económicos, en cambio, no serían capaces de repetir en público lo que piden en privado. 

3 . Los activistas que hacemos lobby social tenemos nombre y apellido, y somos fácilmente reconocibles y contactables. Nadie sabe quienes son los lobbistas económicos, mientras más ocultos están mejores lobbistas son. Suelen tener (una estrategia algo nueva) portavoces o representantes sociales expuestos con discursos muy estudiados. 4 . Nuestros objetivos no son ni ideológicos ni económicos, tienen que ver con valores basados en el sentido de la justicia y la democracia. En el lobby económico el único interés es el dinero y/o el poder. 

5 . Jamás ocultamos nuestros objetivos, siempre están expuestos públicamente. Jamás un lobbista económico reconocerá que su influencia en política tiene un objetivo que sólo beneficie a una minoría, pues eso rompería por completo el sentido democrático de los cargos electos a quienes se les hace ese lobby. Conclusión: Descartar las estrategias de lobby por el miedo a la connotación negativa que pesa sobre la palabra o su uso es "salvarse a uno mismo", tratar de ser puro e impoluto y llegar a casa por la noche con la consciencia sana y salva de no haberse corrompido. Sin embargo, si de resultados para los animales se trata, propongo que en lugar de procurar el purismo apuntemos a la valentía y salgamos defender lo que hacemos, a revertir el sentido de la palabra y sus implicaciones, pues la liberación animal es una batalla política y nos está esperando tras esas cerradas pero nunca infranqueables puertas de los cabildos democráticos. 



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