Al planeta que habitamos -"nuestro"
por común usufructo y no por propiedad-, se le calculan alrededor de 4560
millones de años de edad. De forma violenta, masas tectónicas de desplazaron,
alzaron, hundieron, rozaron, recibieron impactos de meteoritos, así como
bruscos cambios de temperatura nuclear con ebullición de magmas y volcanes
permitieron que colosales masas de agua se liberaran en gases logrando la atmósfera
respirable que hoy disfrutamos. Mil millones de años despues de dicho impresionante
principio de formación, se conformaron las primeras formas básicas de vida,
pequeñas, tímidas, nuestras primeras nosotras. Hace 3500 millones de años que
la vida existe en esta casi esfera azul, una vida siete mil veces más antigua
que nuestra propia especie, una de las más jóvenes y sin duda, la mas
despiadada a escala numérica y global.
Si
creemos en la versión bíblica también tenemos ciertas consideraciones respecto
al tema: tras un primer día imaginario de creación de las materias y las energías
Dios pasó a crear diferentes formas hasta llegar a la vida, una impresionante
correlación interespecífica con
intrincados lazos entre todas ellas, a lo que añadió un soberbio y exhuberante
lugar para ejercerlas que se refiere como Paraíso. El sábado, agotado y con los
residuos que le quedaban despues de crear la belleza, Dios creó al hombre Adán
y a la mujer ( que no fue Eva, sino Lilith ), sus peores modelos. El domingo
tuvo que descansar. No era poco trabajo el realizado... En cualquier caso
considero que el sábado fue el error de Dios. Todos los animales y plantas
cubren una función positiva en el medio, ¿ pero para qué sirve el ser humano ?.
Estamos respondiéndonos.
Hace
tan sólo 500 años el mundo era muy diferente. Trillones de árboles cubrían el
planeta casi por todas partes, como un vello verde que emanaba oxígeno y
cobijaba a millones de especies. El ser protohumano ( mal llamado Hombre )
cazaba algunas de ellas, eran las protohumanas, algunas de aquellos seres
siguen cometiendo primitivas protocostumbres que tratan de justificar con sus indefendibles
protoargumentos. La ética emergente poco a poco las va eliminando de nuestro
contexto social, relegándolas a su mundo de barbarie, mundo que el propio proceso
evolutivo se encargará de defenestrar, hasta el punto en que se conviertan en
lo que hoy son las violadoras, las pedófilas y las asesinas. Es cuestión de
tiempo.
Era
tan espectacular, digo, la riqueza natural que existía en nuestro planeta que incluso
algunas personas siguen pensando que es el único habitado por vida en el
Universo. Solemne majaderia forma parte de la misma pseudociencia que pensó los
organismos modificados genéticamente, la tierra plana, la experimentación en
animales, el geocentrismo, la inferioridad de la fenotipia judia o negra, o la
natural subyugación de las otras especies animales a nuestros intereses. No es
el único planeta habitado, pero no conocemos otros, de modo que hay que
mimarlo. Por tanto, de igual modo que no debemos matar un animal, no debemos
matar ese gran organismo vivo llamado Tierra. Aunque sólo fuera porque es el
unico planeta vivo que conocemos.
La Tierra y la tierra, no son meras macetas
donde es prioritario plantar lo que nos interesa a las escalas que satisfagan
al libre mercado y eliminar las que no nos interesan, o tomar todo cuanto se
nos antoje bajo el dogma "todo nos pertenece". La Tierra es de todas
y para todas, no la fuente inimitable de recursos que consideramos, no es más
nuestra que del ciempiés ni más que de la sequoya. Todas estamos aquí para vivir
y para morir cumpliendo las leyes orgánicas que rigen la vida y la muerte. Por
lo tanto deberíamos tomar de ella lo que necesitamos, pero siempre en
proporción, respetando el derecho de las demás especies a tomar lo que ellas
necesiten, sin condenarlas a hambrunas, deshidrataciones, destierros, acoso o
muertes de otros tipos, tal y como hacemos asesinando de este modo a miles de
especies animales anualmente.
Estoy
profundamente enamorada de este planeta, de sus humedales y sus secanos, de ríos,
frondas, peces, pantanales, manglares, selvas, roquedales, pájaros, grutas,
abismos, molúscos, barrancos, tundras, taigas, anfibios, prados, árboles, palmeras,
orillas, islas, reptiles, archipiélagos, mares y musgos, penínsulas y montañas,
cordilleras y montes, lomas y helechos, bosques y colinas, promontorios y
vaguadas, riachuelos e insectos, juncales y estanques, olas y nubes, cetáceos y
tormentas, mamíferos y desiertos, lagos, vetas, arácnidos, fallas, cumbres,
nieves, lluvias, chaparrones,... la lista inmensa de los bienes que disfrutamos
los animales y las plantas, y gracias a los cuales además existimos, a nivel
fisiológico y emocional. Todo cuanto tenemos proviene de la tierra.
Bagatelizar
tal derroche de energías y materias, considerarlos simplemente accidentes,
recursos o mecanismos, pero al mismo tiempo llegar a perder nuestras vidas en
absurdos trabajos produciendo nada, creando dinero, me parecen formar parte de
la crisis de valores llamada Ser Humano. No existen momentáneas crisis de valores
históricas, nosotras mismas somos una gran crisis en el planeta, dado que sin
duda nuestras decisiones están ligadas a la degradación terrestre, cuando no
son directamente responsables de su destrucción.
Las
alternativas apenas empiezan con el reciclaje, seamos serias, si toda la basura
doméstica del mundo se reciclara ello sólo solventaria el cinco por ciento del
problema de los residuos globales... El discurso ecológico actual es
subdesarrollado -para adaptarse sin duda al subdesarrollo en que el progreso
pretende sumirnos-, un tipo de oscurantismo de la economía, más nocivo y tóxico
que la propia Edad Media. Hay que comenzar el decrecimiento de las economías y
las expectativas, el decrecimiento destructivo para fomentar el progreso ético
como prioridad. Antes de proponer la bombilla led yo propondría apagar las
bombillas innecesarias... y encender la led cuando sea preciso, vestirse con
prendas de origen vegetal, y de tonos oscuros para que no se manchen tanto,
recoger el agua de fregar los platos y usarla en el inodoro, comprar lo
imprescindible, comer productos ecológicos, locales y de temporada, viajar sin capricho
y en el medio más ecológico (a pie, en bicicleta, en tren...), dejar de tragar
las pastillas de la publicidad, no necesitas ni un diez por ciento de lo que
usas, hay que aprender a hacerse las cosas en casa, analizar cada detalle de
nuestras actividades diarias, renunciar, RENUNCIAR, por muy ridículo que la
sociedad considere no estar a la moda o no conocer los productos de consumo más
actuales. La pregunta no es si nos gusta o no nos gusta algo, la cuestión es si
ese algo que hacemos es ético o no, si es ecológico o no, el resto de
argumentos forman parte de la infantilización y banalización irresponsable de los
problemas realmente urgentes y graves.
Ya no sirven las
campañas absurdas que proponen cambios cosméticos de nuestras vidas, apenas nos
conciencian, hay que ser radical porque proviene de la palabra radiculis, raíz. El planeta no se está
muriendo, lo estamos matando, si no somos parte de la solución, entonces somos
parte del problema.
No
es verdad que los cisnes cantan antes de morir, Stanisław Jerzy Lec nos dejó
escrito "no espereis demasiado del fin del mundo". Un buen día el cáncer
que habeis convocado con vuestro estilo de vida os matará y antes matará a
vuestra familia, el rincón de la ciudad que adorais será convertido en hormigón
y luces de neón, el bosque en el que amásteis será cruzado por una nueva
carretera y la especie que más simpatica os caía habrá sido aniquilada por
vuestros monederos. Eso ya esta sucediendo. No esperéis piedad, ni de la verdad,
ni de mí. Los osos polares están desapareciendo cada vez que vais a comprar, en
coche o cada vez que viajamos un fin de semana a hacer una visita a las amigas
o a esquiar, cada vez que nace una niña de madres irresponsables, cada vez que
decides "dar un aire nuevo a la casa" y recurres al interiorismo
standard, cada vez que decides continuar practicando tus tra-adicciones....
Sin
duda el ser humano es un animal más, con el mismo derecho a existir que el resto
de las criaturas, pero también con los mismos deberes de equilibrio y sensatez
que ejercen los demas seres vivos. ¿ Realmente estamos a la altura de los
animales no humanos ?. No veo eso en nuestra especie, más alla del ideal sobre
el papel, porque en la práctica, la ética no conjuga con la economía, y no veo
en la sociedad intentos reales de remediar nuestros males. La ira que algunas
individuas no humanas sienten por otras -hasta el extremo en ocasiones de matarlas
sin aparente necesidad-, no llega ni a los talones al odio de nuestra especie
por todas las demás y por la suya propia. Los animales no humanos hacen
excepciones cuando usan el odio, el animal humano construye con él sociedades.
No hace falta ser misántropa para matar seres humanos, basta con comprar
productos de multinacionales, basta con ser consumidora irresponsable. No hace
falta ser asesina para matar animales no humanos, basta con pagar el crímen.
El
veganismo es sólo un principio, irrenunciable, inicial, pero el camino es más
extenso, más complejo porque exige cuestionar cuanto nos rodea, desde nuestro
heteropatriarcal modo de hablar, el racismo de nuestra ignorancia y nuestro
miedo, el especismo en las conductas o el ecoilogismo
de una civilización construida sobre los muñones de los árboles arrasados y los
cadaveres de los animales. Nuestras decisiones pueden o no estar manchadas de
sangre y tierra quemada. Las decisiones individuales no cambian el mundo, pero
el mundo no cambiará sin las decisiones individuales.
En
invierno no hay tomates frescos, los tomates de enero son un despilfarro, es un
pequeño ejemplo, mira ahora en tu casa cuántos más de esos ejemplos tienes, cuánto
no necesitas, de cuántos seres abusas, y sobretodo y ante todo, cuánto queda
por explorar en ese planeta interior de tu cerebro y de tu corazón, desprovisto
de los disfraces que te vistieron. Por favor, empieza a sentir pensando, empieza a
cambiar tu mundo, mi mundo, el mundo de todas, de millones de especies.
Empieza
realmente a cambiar el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario