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jueves, 25 de octubre de 2012

REFLEXIÓN 3

Se puede vivir sin comer carne como se puede vivir sin comer cebollas. Podemos prescindir de lácteos y huevos como de automóviles japoneses o mantelitos bordados. Nada de todo eso nos es imprescindible, los usos y las costumbres son sólo eso: usos y costumbres, que comienzan y concluyen en sí mismas, sin condicionamientos genéticos ni imperativos naturales. Perpetuamos modelos de comportamiento sin analizar su utilidad o función. Copiamos y pegamos de las demás. Somos aburridas fotocopias de un mal libro escrito con sangre, estupidez y rutina.

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